Quincho FIM

Al rescatar una antigua pérgola pérdida en el fondo de un gran jardín se levantaron nuevos muros de albañilería, generando un espacio interior y otro exterior. De esta manera es posible mantener el goce del quincho durante todo el año, cobijando en invierno y ampliándose en verano al abrir las puertas hacia el comedor exterior.
El trabajo del ladrillo y la madera como texturas preexistentes se mezclan con la potente vegetación del lugar. Crean así un cielo verde para el comedor, donde la naturaleza y sus hojas finalizan nuestra labor de diseño y construcción.